viernes, 26 de agosto de 2011

Carta para Ariana y Romina

Por: Eduardo Gonzáles Viaña

Cuando la sociedad peruana todavía no se había puesto los pantalones, tú ya los tenías bien puestos, querida Ariana, y nos enseñaste lo que se debe hacer en algunos casos: le diste una patada en el trasero al individuo que estaba atacando a tu madre.
Nos has enseñado, pequeñita, que frente al crimen lo primero que hay que vencer es la cobardía.
Las víctimas se inhiben de reaccionar. Los testigos prefieren no declarar. Quienes están cerca de un atraco miran hacia otro lado. Quienes divisan al sospechoso de un crimen suelen decir- frente a los investigadores- que padecen de miopía o astigmatismo. Quienes piensan que hay soluciones, prefieren callar. ¿Cómo debemos llamar a todas estas curiosas reacciones? ¿Hay otra palabra además de cobardía?
Las víctimas y los testigos dirán que temen una venganza y añadirán que ni la policía ni el poder judicial les ofrecen suficientes garantías, pero eso no es todo. Si la sociedad tiembla todo el tiempo, vamos a terminar por aceptar esta situación como normal y permanente.
Mientras la sociedad peruana termina de lavarse el pelo y de secárselo, ayúdame ahora, Ariana, a buscar otra palabra en vez de cobardía, que defina la actitud de los jueves frente a casos como el de otra niñita a quien debes de haber visto en la televisión, y se llama Romina Cornejo.
Ya han pasado 12 meses desde que “Papita”,  “Gordo Pedro” y “Hen” interceptaron a su padre en la Vía Expresa , y en el intento de robarle 6 mil dólares, balearon a la niña. Se cuenta con todas las pruebas del delito y- sin embargo- todavía los criminales no han sido sentenciados.
¿A quién temen los jueces? ¿A la OCMA o a los “marcas”? No lo sabemos, pero su lentitud da buenas razones a los vecinos y a los testigos de algún acto bestial  para decir que no saben, no vieron, no oyeron o no estaban allí cuando estuvieron
Por tu parte, querida Romina, nos estás ofreciendo cada día una lección de bravura frente a la adversidad. Te sentimos como hijita, sobrina, nieta, hermanita. Eres para todos nuestra bebita, y nos haces sentir muy felices cuando sabemos que has logrado activar la función de alguna parte de tu cuerpo que inmovilizaron las bestias.
De todas formas, día tras día, tu rostro y tu caso dan cuenta al mundo de que el Perú no es un país seguro, y que si queremos revertir esta situación es preciso actuar de inmediato y dar la batalla en todos los campos.
-¿En qué escuela se enseña a ser perversos?- me ha preguntado un sobrino que las mira en la televisión, queridas Ariana y Romina.
Le contesto que no hay escuelas formales, pero que la “prensa chicha” es más que una escuela, una academia preuniversitaria que está a la orden de aquellos que se inician en el camino del crimen y ofrece sus lecciones por solo cincuenta céntimos a quienes deseen especializarse.
Las hojas amarillas de la prensa chicha no suelen dar noticias de actualidad sobre el Perú y el mundo. Da lo mismo leer un ejemplar de hoy que uno del mes pasado. Sin embargo, sus fotografías morbosas, su persecución de amantes, sus textos malolientes son una negación de todos los valores y constituyen la exaltación de un sentido “criollo”, e inmundo de la vida.
La prensa chicha es la crónica social de los criminales. Si los diarios de antaño se referían al supermarlonbrandeado Marianito Chumpitaz y a la niquísima Nonita del Campo a la Ciudad , estos papeles de hoy nos regalan todos los días fotos de “Papita”,  “Gordo Pedro”,  “Hen” y otras bestias con un número sobre el estómago.
Debe de ser por eso que cuando la televisión y los fotógrafos persiguen a un delincuente que acaba de ser apresado, éste, las más de las veces, mira hacia la cámara y lanza una sonrisa hacia sus amigos y admiradores.
A veces levanta la mano y saluda, y se pregunta si resultará más buenmozo que el novio desesperado de un animador televisivo o superará los ratings de la vedette que fue sorprendida en alguna escapada sentimental.
Como bien se sabe, este tipo de prensa desde el tiempo en que apareció, hace más de treinta años, ha estado recibiendo el apoyo publicitario del Estado o de sus administradores cuando querían denigrar a un adversario, justificar un crimen político o levantar una cortina de humo para ocultar algún acto delictivo del gobernante de turno.
Cuando el grupo “Colina” asesinaba estudiantes y campesinos, y los rociaba de kerosene, esta prensa justificó esas muertes por ser supuestamente de terroristas. Esta prensa avaló los “juicios” sumarios de los jueces sin rostro, las torturas y los genocidios, e imprimió sobre el corazón y la mente de sus lectores las consignas de que “no importa de que robe si hace obra”, el todo vale de una sociedad de una sociedad sin valores.
¿Hay alguna forma de regular el uso de los medios? ¿O no debemos ni siquiera mencionar este problema para que no nos acusen de estatistas?
¿Hay alguna forma de pedir que se aumente el mísero jornal de los maestros en vez de que se anuncien futuros gastos militares?
Queridas Ariana y Romina: Gracias por ser nuestras paisanas. Ayúdennos, por favor, a ser valientes.

viernes, 19 de agosto de 2011

Los socialmente “mineros”

Por: Ybrahim Luna

Siendo más puntuales. La gran minería, en las regiones donde se practica, ha generado crecimiento, tanto en infraestructura como en movimiento comercial, barrios nuevos con evolución algo desordenada e informal y aumento significativo del parque automotor, sobre todo camionetas. Mas no así, un verdadero desarrollo o progreso, ya que ello significa otro tipo de avance, más institucional y social.
Lo que evidentemente no ha ocurrido. Y por el contrario, en las zonas consideradas mineras, los conflictos sociales se han triplicado. En la mayoría de los casos con comprobados abusos por parte de la empresa minera contra las comunidades y campesinos. Abusos que van desde la estafa, desalojarlos de sus tierras a la fuerza, encarcelarlos como agitadores e incluso el maltrato físico como parte de una política de disuasión.
La percepción general es de un crecimiento incompleto, injusto, chueco. Un crecimiento que beneficia a unos más que a otros; a los que, básicamente, lograron “saltar la valla”: la prerrogativa de los mineros como dueños de las pistas con sus camionetas y la prepotencia de sus jaranas a media semana.
A esta percepción, a este descontento, la respuesta oficial suele ser la misma desde hace más de una década: “la mina no sabe comunicar bien todas sus bondades” o “exíjanles a sus autoridades locales que aprendan a gastar la plata”.
Y por supuesto, el debate sobre si las alcaldías, gobiernos regionales y universidades saben o no gastar la plata del canon minero es tan controvertido y antiguo como la denuncia de que el SNIP y el Gobierno Central ponen trabas a propósito para impedir el desarrollo real de las regiones, y sobre todo a la aprobación de proyectos de industria local que generen independencia económica respecto de la mina.
Por lo que, la intención de esta breve carta es más bien contar la curiosa historia de Juan X, un ciudadano común y corriente de provincia que logró “saltar la valla” y convertirse en socialmente “minero”. Juan X no es una persona específica ni representa a la mayoría. Juan X es una (mini)generación y una expresión social que evidencia cómo se mueven algunos odios y amores en torno a la gran minería.
Juan X era un universitario valiente que defendía sus ideales frente a sus compañeros, profesores y autoridades de cualquier institución. Se lo veía a menudo en las protestas contra los abusos que cometía la minera. Llevaba pancartas, arengaba y organizaba vigilias. Estaba a lado de los comuneros y amaba la defensa del Medio Ambiente. Juan X era un líder juvenil, de pelo largo y polos del “Che”.
Juan X terminó la universidad y no encontraba trabajo, la plata le faltaba y se iba quedando solo. Se sentía estafado, muchos de sus amigos, hermanos de protesta e indignación, habían aceptado los trabajos que la Mina les ofreció a cambio de “moderar” su discurso.
Juan X, cansado de traiciones y carencias, buscó un trabajo en la mina. Al inicio no fue fácil, pero con vara todo se puede. Su nombre ya no estaba vetado para la gran industria.
Juan X es bachiller en ingeniería. Empezó ganando 800 soles y luego 1500. Trabajaba todo el día. Se despertaba de madrugada para viajar durante un par de horas hasta el asentamiento minero. Regresaba fatigado a la ciudad, pero se daba tiempo para salir con los amigos.
Juan X fue ascendido en la mina y su sueldo se incrementó a 3000 soles mensual. Juan X tuvo un interés distinto en la política del país. De repente, muchas cosas le causaban malestar y no entendía el porqué. Sus gustos empezaron a cambiar. Ahora visitaba solo pubs y restaurantes exclusivos, solo para la gente que podía pagarse ciertos gustos. Descubrió que ese era su mundo, con la gente “de su nivel”.
Juan X tuvo otro ascenso, ahora ganaba 7000 soles mensuales. Los años pasaron, se recibió de ingeniero civil, se casó y tuvo su primer hijo. El tiempo avanza en un abrir y cerrar de ojos y Juan X matriculó a su hijo en un colegio muy exclusivo, donde se habla mayoritariamente inglés. Un colegio para mineros, como le dicen en la ciudad.
Ahora que Juan X tiene plata siente que todos lo envidian, que sus vecinos hablan a sus espaldas, que sus familiares solo quieren sacarle plata. Siente vergüenza de sus familiares de poncho y sombrero. Cuando pasa en su camioneta hace como que no los ve.
Juan X ahora gana 17 000 soles. Y cree, realmente convencido, que a esos revoltosos comuneros que bloquean pistas hay que meterles balas sin piedad. Por que por culpa de ellos el Perú no avanza. Juan X tiene información de primera mano sobre derrames de elementos químicos por parte de la mina y de injusticias cometidas por la empresa contra los campesinos a los que desaloja prepotentemente de sus tierras, pero se hace el desentendido. Juan X le dice a sus amigos, entre copas, que él es de derecha.
Que el cholo es pobre porque es haragán y que todo lo espera de “papá Gobierno”. Entre tragos, también, les confiesa a sus amigos que la mina sí contamina, pero qué importa, si al fin todos vamos a morir de viejos.
A Juan X, que ahora anda en camioneta a todo lado, le dan miedo las calles por las que antes transitaba cuando era un flaco y pelucón universitario. Siente que parte de sus juventud fue un desperdicio, pero que ahora todo está en su lugar y que todo lo que tiene se lo merece porque se ha matado trabajando para salir adelante. Y cree firmemente que los revoltosos, esos campesinos, solo aprenderán con palo y con bala.
Y que todo lo hacen porque envidian que él si puede darse el lujo de vivir entre hoteles, clubs, pubs y discotecas “solo para socios”, en un pueblo donde la pobreza, desnutrición infantil y el analfabetismo campean.
El otro día Juan X se encontró con una protesta universitaria en contra de los nuevos abusos de la Mina, y su hijo le preguntó: ¿por qué están gritando esos señores? Y Juan X le respondió: no lo vas a entender, es muy complicado. Pero para sus adentros, Juan X sabe que todo es muy simple, y siente un poco de nostalgia.
Por supuesto que los verdaderos directivos y funcionarios de la mina, los socios mayoritarios, ven a todos los Juan X como simples piezas intercambiables.

martes, 16 de agosto de 2011

ENTREVISTA A CAMILA VALLEJO, EJEMPLO DE LUCHA

Estimados amigos: quiero compartir esta entrevista, de una joven ejemplar  que no abre los ojos de como está el Sistema Educativo Chileno, pero en cuanto a la universalización de la edcuación. Sería bueno hacernos las pregunta: ¿y  la educaicón peruana? debemos saber que Chile es el país queocupa el primer lugar en latinoamérica, según la última evalución PISA. Y  el Perú, ¿qué estamos haciendo? ¿estamos muy contentos de ocupar los últimos lugares? 
Aquí la entrevista.
Principio del formulario
Camila Vallejo, la lideresa de las protestas en Chile: "Ojalá Piñera escuche las demandas del pueblo"
La presidenta de la FECH espera lograr que el Estado garantice la educación gratuita para todos sus compatriotas

VÍCTOR MANUEL VARGAS

Diario El Tiempo de Bogotá / GDA
Tres meses completan las protestas de los estudiantes chilenos en demanda de un cambio de fondo para el sistema educativo del país austral. Las manifestaciones han sido multitudinarias –las mayores desde el regreso de la democracia–, y a ellas se han sumado no solo profesores y hasta rectores de universidades, sino también los padres de familia.
Una joven de 23 años, estudiante de Geografía, militante del Partido Comunista y presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), es la vocera y lideresa de la movilización, que tiene en jaque al gobierno del presidente Sebastián Piñera. Su nombre es Camila Vallejo.
¿Cuál es la médula de esta movilización, que ya suma tres meses?

El punto central es la recuperación del derecho a la educación pública y de calidad. Y eso se traduce, en primera instancia, en un cambio constitucional, en el cual el Estado, además de garante de la educación, sea responsable y proveedor de la misma, porque la Constitución que nos heredó la dictadura de Pinochet puso esa responsabilidad en las familias chilenas, y nosotros consideramos que se trata de un derecho fundamental que el Estado debe garantizar.
¿Por qué tanto énfasis en la necesidad de acabar con el lucro en la educación?

Porque eso ha originado un esquema perverso en el que se han abierto muchísimas instituciones privadas sin ningún tipo de regulación por parte del Estado que, primero, lucran a costa de miles de familias y, luego, entregan a la sociedad miles de ‘cesantes ilustrados’, porque en este sistema no solo las instituciones privadas ganan, también lo hace la banca: hay las familias que tienen que endeudarse hasta por 20 años para poder educar a sus hijos y terminan pagando hasta tres veces lo que vale una carrera. Y, finalmente, porque asumir la educación no como una inversión social y un derecho fundamental, sino como un bien de consumo, como una inversión privada para poder aspirar a una movilidad social, estimula y mantiene la desigualdad social, pues todo termina dependiendo de la capacidad de pago de cada familia.
Ustedes aseguran que el sistema educativo chileno está en crisis. ¿En qué cifras o datos se sustenta esa afirmación?

En varios: el costo de estudiar aumenta cada vez más, la tasa de deserciones por no poder pagar alcanza el 65% en los tres quintiles más bajos y el 58% de los que egresan terminan trabajando en algo que no tiene nada que ver con lo que estudiaron.
¿Qué opinión le merece el pronunciamiento del presidente Piñera en el sentido de que “nada es gratis en esta vida” y que “aunque todos quisiéramos que la educación fuera gratis, alguien tiene que pagarla…”

Eso es cierto; lo que pasa es que nosotros creemos que debe pagarla el Estado.
¿La propuesta de una educación gratuita para todos no es algo un poco utópico para un país latinoamericano?
No, nosotros creemos que es posible, a través de una reforma tributaria, de la recaudación de impuestos, especialmente a las grandes empresas, sobre todo a las mineras, que en un 70% son privadas y que obtienen grandes ganancias por su operación en el país. Un solo dato: con las utilidades declaradas de una sola empresa minera, La Escondida, se podría financiar toda la educación del país: matrículas, profesores, investigación, etc. Los recursos existen; lo que pasa es que el Estado debe saber recaudarlos. Para combatir la desigualdad, Chile necesita de grandes reformas estructurales.
¿La gratuidad que ustedes proponen sería total?

El Gobierno solo quiere financiar al primer y segundo quintil, pero lo que nosotros sostenemos es que la clase media está también dentro de los sectores más vulnerables. Nuestra propuesta es avanzar a la gratuidad para los 7 primeros deciles e ir aumentando para avanzar hacia la gratuidad total, a la garantía plena del derecho universal a la educación, pero con las reformas previas, las reformas estructurales de las que hemos hablado.
La OEA expresó su preocupación por la represión de las marchas estudiantiles. ¿Qué tan grave ha sido la situación?
Ha sido bastante grave. En la última manifestación se utilizó mucho la fuerza contra manifestantes pacíficos. Por eso, la sociedad entera nos ha apoyado con cacerolazos nocturnos. Se han violado muchas libertades fundamentales.
¿Qué piensa de los episodios de violencia que ha habido en el marco de las marchas estudiantiles? ¿Siente que deslegitiman al movimiento?

Hay intentos serios para deslegitimar este movimiento, para tildarlo de violentista y desviar la atención de su sentido principal. Hay evidencias de que ha habido carabineros (policías) vestidos de civil infiltrados en las manifestaciones para generar destrozos, y el Ministerio del Interior no ha hecho nada por detener a estos violentos.
¿Por qué se encuentran bloqueadas las negociaciones con el Gobierno? La administración Piñera los acusa de intransigencia. ¿Qué responde?

El Gobierno tiene un promedio de aprobación muy bajo, del 26%, y eso se contrapone con el apoyo que hemos recibido por parte de la ciudadanía, que entiende que este es un problema de la mayor importancia para la sociedad en su conjunto, lo que demuestra que nuestras demandas no solo son legítimas, sino que cuentan con el respaldo del grueso de la sociedad chilena. Y, por tanto, la intransigencia se expresa particularmente en un Gobierno que no ha podido o no ha querido entender la importancia de avanzar en las reformas estructurales que estamos planteando y que lo único que hace es reafirmarse en su agenda, que profundiza el modelo actual; son ellos los que sostienen una posición que no es representativa de la gran mayoría de los chilenos.
¿Qué bloquea, concretamente, la posibilidad de un diálogo?

Que el Gobierno nos invita a trabajar sobre su agenda y no sobre los puntos que hemos venido demandando.
Si el diálogo no se da, ¿qué pasos piensan adelantar?

Este movimiento está creciendo: hemos recibido importantes apoyos y estamos viendo la posibilidad de impulsar la necesidad de un gran plebiscito nacional sobre la educación en Chile: preguntarle al pueblo chileno qué quiere en materia de educación. Esto no está previsto en la Constitución, pero creemos que es algo perfectamente legítimo, pues se trata de abrir mayores espacios de participación.
El paro nacional convocado para el 24 y 25 de este mes incluye un fuerte respaldo a sus reivindicaciones. ¿Ve a este movimiento yendo más allá del tema de la educación?

Dentro de este movimiento, hay una fuerte aspiración democratizadora: en Chile la gente cree que es necesario reformular y profundizar nuestra democracia, porque hay muchas barreras institucionales que no nos permiten avanzar en reivindicaciones importantes para el pueblo chileno, que la salud no vaya por la vía de la privatización, cambiar el sistema electoral, dignificar al trabajador, etc.
*¿A qué atribuye la baja popularidad de Piñera? *Creo que la derecha está defendiendo, de manera muy intransigente, sus propios intereses, tanto en la educación como en otras áreas, y eso la gente lo percibe con claridad.
Si pudiera enviarle un mensaje al presidente Piñera, ¿qué le diría?

Que tiene una oportunidad histórica para recuperar la educación pública y que no es necesario mantener un modelo que solo contribuye a garantizar la desigualdad. Ojalá escuche las demandas del pueblo chileno y todos podamos vivir en un país más justo y libre

lunes, 8 de agosto de 2011

LUCHÍN, LOS SILBATOS MUCHOS SUENAN Y SUENAN MAL

Por: Marino Lavado Valdivia
Joseph Raymond McCarthy, senador norteamericano, se hizo  conocido  por sus investigaciones sobre sospechosos de ser agentes soviéticos o simpatizantes del comunismo infiltrados en la administración pública o el ejército estadounidense. Azuzó una cruzada anticomunista, titulándose defensor de los auténticos valores americanos. Gracias a este señor, se acuño el término:  macarthismo,   para referirse a  esa prensa venal, mercenarizada, que pinta como santos a los demonios y a los santos los muestra como demonios, que a lo bueno llaman malo y a lo malo bueno. Al leer esto, me hace recordar la forma cómo se dan las elecciones en el Perú. Los candidatos, en su afán por ganar, compran medios de comunicación con este fin. Haciendo caso a Joseph Goebbels, quien decía: Una mentira mil veces repetida, se transforma en verdad.
Las elecciones pasadas en Huamachuco, tuvo como protagonistas a candidatos fuera de serie; sobre todo, a los que se disputaban el primer y segundo lugar: teníamos a uno que, a  pesar que todos los ciudadanos, conocían de su pasado vergonzoso y su paso por la administración pública nada confiable, sentenciado por apropiación ilícita  y  pesar de eso, logró capitalizar  a gran parte del electorado, quizá  por el despilfarro de cuantiosas cantidades de dinero, que nadie llegó a saber exactamente de donde procedían, burlando incluso al JNE. Además, contaba con un medio de comunicación, que se le hacía ver cómo el más caritativo, futbolista ejemplar y seguidor de los más preclaros hombres de esta tierra: Sánchez Carrión y Ciro Alegría.  Por otro lado, había un candidato para muchos denominado como: el menos malo; aunque con un discurso poco sincronizado, que a nadie convencía; pero que tenía como fortaleza a una persona que, cumpliendo con su misión apostólica, había trabajado,  hasta entonces,  por los más humildes y que era garantía de honestidad y trabajo. El pueblo,  finalmente,  optó por el segundo.  
Hoy en día, parase que el pueblo en su conjunto se equivocó completamente, porque, hasta ahora no vemos obras significativas, mas que las dejadas por la administración anterior. Pero, lo peor de todo es el escándalo,  que ha remecido la Municipalidad en estos días, sobre la compra de silbatos que en  una tienda común se vendían a s/1.00 y que la Municipalidad lo había adquirido a /10.00. La cantidad total ascendía a 300 unidades y que en dinero sería s/3000.00, pudiéndose haber gastado s/300.00, si hacemos la diferencia  la cantidad ascendería a s/2700.00, es decir, S/2700 de robo descarado. Muchos dirán que, finalmente es poquito; pero creemos que el asunto no queda ahí, sino que,  es fiel reflejo cómo se opera en dicha institución. Para muestra, consultemos a las tiendas proveedoras,  que siempre inflan los precios.  
El señor alcalde,  quizá afirme que  nunca se informó de esto y lo que diga podrá ser verdad. Pero, lamentablemente es el responsable de dirigir esta institución,  desde ya desprestigiada.
Aprovechando los errores de un alcalde, con poca preparación académica, con escándalos de malos manejos, con personal que obedece a favores políticos, sin pensar en su idoneidad. Hay algunos políticos que empiezan a calentar motores para una posible revocatoria.
Señor Luis Rebaza Chávez, haga sonar  el silbato que indique la ruta del progreso, no el que indica la corrupción, porque ese si suena muy mal y no queremos escucharlo, además, le puede costar el puesto.