Los candidatos buenos y malos de los medios de comunicación

Por: Indira Nima

¨Los que creemos en el socialismo estamos convencidos, que esto es imposible de cambiar con este modelo económico que nos está matando a pocos. De hambre o de contaminación¨ .
                                                                                                                     Marino Lavado

¨Los pobres no tenemos nada que perder¨
Campesinos comunidad Andurco - Ayabaca.

“Economía sufre remezón por alza de Humala en sondeos”, “Humala pretende estatizar empresas”, “Plan de Gobierno de Ollanta es estatista”, “Cambio de constitución es eje de la franquicia chavista”, “El lobo vestido de oveja” (para referirse a Humala) frente a, “PPK ofrece plan para levantar Pisco” “PPK confía en llegar a segunda vuelta” “Pagaremos la deuda interna”. (Para referirse al norteamericano kuczynski). Titulares en primera plana de los medios de información escrita más grandes del país, consolidan lo que Pascual Serrano, denomina como la guerra mediática entre modelos sociales - la información es una guerra, una guerra entre modelos sociales- para explicar los intereses económicos de los que – entre otros, decanos de la prensa peruana- en nuestro país se rasgan las vestiduras por la inmaculada libertad de expresión o lo que en sus cuatro paredes de las salas de redacción, puede significar libertad de empresa.

El actual panorama mediático, reafirma con más fuerza, en medio de portadas amarillas, rojas y azules, la diferencia más clara entre candidatos buenos y malos. Los medios de comunicación en plena campaña electoral, desnudan el rol que les toca jugar, aquel que les asignan sus dueños, que no es sino, ganarle la guerra al “anti sistema” y pues, como se dice, empiezan a dictar sentencias mucho antes que los jueces estudien el caso En este contexto es en donde más se puede visualizar la dictadura mediática de los defensores de “libertades”. ¿Libertad de prensa? ¿Para quién? ¿Para quienes?

En palabras de Pascual Serrano, “si hay algo de lo que los medios de comunicación informan poco es precisamente de ellos: de quiénes son sus dueños, en qué otras industrias participan, qué bancos les prestan el dinero, cuánto cobran sus directivos, cómo explotan a sus trabajadores, a qué se dedicaron hace años” etc.

Y si hay algo de lo que los medios de comunicación informan mucho son los “escándalos” venezolanos, bolivianos, cubanos “Inversión en Venezuela con fines bélicos” “cuatro veces más armas de lo que necesita”. Bolivia solo es noticia cuando Evo nacionaliza los recursos naturales. Los peruanos podemos conocer más de la situación cubana, ecuatoriana, venezolana que del proyecto Inambari, que  del problema de las empresas azucareras en el norte del país, de la intervención estadounidense a través de Banco Mundial,  el bombardeo de libia por “razones humanitarias” según la OTAN, que las cifras de pobreza en EE.UU, de los crímenes que cometen paramilitares en Colombia,  del laboratorio neoliberal del que ha sido objeto nuestro territorio que ha generado la perdida de nuestra identidad.

No hay por que dudar que EE.UU. esta en una “guerra de información” Por eso, ex ministros peruanos acuden a sus embajadas y acudieron en la campaña del 2006 para frenar el avance de Humala en las encuestas “Se plantea…trabajar con los actores políticos y los medios de comunicación para demostrar la injerencia de de Chávez en asuntos políticos internos…” decía un cable Wikileaks. “Una guerra de información y la estámos perdiendo”. Dijo la secretaria de Estado, Hilary Clinton. Los cables Wikileaks también demostraron los esfuerzos de Washington por invisibilizar a Telesur” y telesur - recuerdan a los especialistas en un articulo de opinón – ha generado aun más la ira estadounidense al difundir los cables en que las embajadas de la Casa Blanca mostraban su preocupación por “la difusión de documentales ingeniosos” sobre la intromisión de la CIA en América Latina.

El latente escenario de cambio de modelo político en varios países de nuestra región y los intentos por desestabilizarlos a través de una fuerte “agresión informativa” ha visto patentarse con más claridad, hoy, en época electoral en donde el mínimo intento de un candidato de mover una pieza de algo que ya está establecido, genera el terrorismo mediático, y empiezan a dispara los misiles de la información “anti sistema”.

Recordando a José Carlos Mariátegui: “En el Perú, falta por desgracia, una prensa decente que siga con atención e inteligencia el desarrollo de esta gran crisis”

Para Spkyman, “en caso de que se produzca una unidad económica y político-militar en Sudamérica, la respuesta no podría ser otra que la guerra”. Y la guerra mediática está en marcha para impedir que lo primero suceda.