Por: Marino Lavado
Al cumplirse 190 años de la independencia de nuestra patria y algo de 479 años aproximadamente de la llegada de los españoles, habría que hacernos las siguientes preguntas: ¿Qué significó la llegada de los españoles?, ¿Qué significó la proclamación de la independencia el 28 de julio de 1821? ¿Cuánto cambió la vida de los peruanos a partir de ese entonces?
Para nuestra personal convicción, creemos que: la llegada de aquellos hombres provenientes de la península ibérica, significó el nacimiento de un nuevo país; puesto que nuestros invasores, trajeron sus propias manifestaciones culturales, su propia manera de ver el mundo, su concepción distinta de un ser superior, Dios, que formó parte también de los instrumentos de dominación. Pero, fundamentalmente, hablamos de una nación (española) con un avance tecnológico muy distinta a la nuestra. Todo esto, cambió significativamente el rostro de nuestro país, independientemente por el lado que se le mire.
Una vez que se instalaron los españoles en nuestra patria, como parte de un proceso de resistencia, empezaron a aflorar los primeros intentos de libertad, encabezados por los propios peruanos, llegando a tener impacto en muchos virreinatos de América, como es el caso de la rebelión encabezada por Túpac Amaru II en el año de 1780 cuatro años después de la independencia de EE.UU.
Años después, el afán independentista encontró a sus mayores gestores: José de San Martin, proveniente de tierras argentinas, una vez que logró la independencia de su patria se dirigió a nuestro territorio, porque sentía que su patria no estaba libre, puesto que el virreinato del Perú, habría logrado mayor preponderancia en el continente. Asimismo, en Venezuela, don Simón Bolívar, había emprendido una lucha frontal a los españoles. Los dos fueron figuras imprescindibles para la independencia del continente.
A partir de estos años, la identidad de cada país se vio opacada por una identidad continental, porque todos los pueblos habían logrado consolidar su independencia y todos se veían hermanados por este gesto heroico.
Después de la infausta Guerra con Chile, reaparece nuevamente la mirada hacia los nuestro, hacia este país, que hoy por hoy nos cobija y que es el lugar donde están cifradas todas nuestras esperanzas. Es decir, una identidad peruana, pero que, como país, lamentablemente hasta ahora, no ha podido despojarse de una crisis estructural. En estas fiestas patrias, que por cierto todos los años llegan, nos queda reflexionar sobre lo avanzado, pero fundamentalmente lo que nos queda por hacer a cada uno de los peruanos desde el lugar donde nos toque desenvolvernos. Hacer eco, no con un afán chauvinista, sino con el espíritu entusiasta de querer lograr un país integrado, que esos varios rostros del Perú desaparezcan, para poder mirar hacia adelante con mayor equidad y justicia social y la identidad, nuestra identidad, sea el cimiento de todas nuestras proezas.
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