martes, 29 de marzo de 2011

Si usted quiere el incendio, vote por PPK

Por: Cesar hildebrandt
Si usted quiere, como que­rían los mar­xis­tas, agu­di­zar las con­tra­dic­cio­nes del Perú y ten­sar sus con­flic­tos hasta las cer­ca­nías del drama, sea cohe­rente: vote por el esta­dou­ni­dense PPK.
Con ello garan­ti­zará que el Con­ve­nio 169 de la OIT sea bur­lado, que el gas de Cami­sea no se le venda a los perua­nos sino a los mexi­ca­nos y chi­le­nos (por­que eso le con­viene a los emplea­do­res de PPK), que lo que queda del Perú sea rema­tado (inclu­yendo el agua pota­ble y el Mue­lle Norte) y que, por último, nos con­vir­ta­mos, frente a Washing­ton, en una ver­sión toda­vía más aga­chada que la del ram­pante Álvaro Uribe.
PPK no es peruano. Eso está muy bien. Henry Ford tam­poco lo era. Ni Teddy Roo­se­velt. Pero ni Ford ni Roo­se­velt pos­tu­la­ron a la pre­si­den­cia del Perú.
PPK es un lobista sin escrú­pu­los, un rudo hom­bre de nego­cios que juega a gana­dor y ya ha obte­nido bas­tante mez­clando pro­mis­cua­mente, desde sus posi­cio­nes de minis­tro y ase­sor de varios regí­me­nes y de muchas empre­sas extran­je­ras, lo público y lo privado.
Es más: yo no sé si PPK es un esta­dou­ni­dense de veras. Lo que sí sé es que es un cos­mo­po­lita del billete. Si mañana hubiese gue­rra entre Esta­dos Uni­dos y China, PPK se refu­gia­ría en la sede del Banco Mun­dial. O en algún gua­ri­que cen­troa­me­ri­cano del FMI o en el con­su­lado polaco de Nueva York. Por­que PPK no es el tío Sam. ¡Es papá Johns!
Y no nece­sito decir cuánto demo­ra­ría en asi­larse en la emba­jada de los Esta­dos Uni­dos en Lima si el Perú entrase en con­flicto con algún país vecino.
No está prohi­bido ser una omní­vora piraña inter­na­cio­nal. Lo que sí es muy mal gusto es que alguien que no cree sino en el dinero nos venga a hablar de polí­ti­cas de Estado y de jus­ti­cia social.
Los chi­cos de las cla­ses A/B no es que se la hayan creído. Es que son tan anar­quis­tas, tan nihi­lis­tas, tan compu­tacio­na­les y tan meta­le­ros que no les importa que un extran­jero voraz dis­fra­zado de flau­tista los gobierne. Total, si muchos de sus padres se arro­di­lla­ron ante un ciu­da­dano japo­nés, ¿por qué no PPK? Total, si el Perú sigue siendo una mina, una enco­mienda, un bur­de­lito, un denun­cio, un bos­que por talar y mon­ta­ñas de oro que entre­garle a los de afuera, ¿no es cohe­rente votar por un exi­to­sí­simo expa­triado con más de un pasa­porte? ¿No es acaso PPK el hom­bre sin atri­bu­tos mora­les que el cine ha hecho héroe y la tele para­digma? ¿No es bacán ser un Michael Dou­glas en Wall Street?
El pro­blema es que una hipo­té­tica elec­ción de PPK nos vol­verá a ese dere­chismo pra­dista que incubó el vio­len­tismo de los 60, el golpe izquier­dista de los 70, la locura sen­de­rista de los 80.
No es la pri­mera vez que el mundo conoce un periodo de bonanza. Entre 1950 y 1975 hubo, en líneas gene­ra­les una altí­sima tasa de cre­ci­miento. Y el Perú no fue ajeno a este ciclo. El asunto es que ese cuarto de siglo no fue apro­ve­chado para cons­truir las bases de un Estado moderno y de una socie­dad menos equilibrada.
Hoy nos pasa lo mismo.
La pros­pe­ri­dad ha pasado como un bólido delante de las nari­ces de millo­nes de perua­nos.
Durante este corrupto segundo gobierno de Gar­cía, por ejem­plo, ha ocu­rrido lo siguiente:
1. 1. La par­ti­ci­pa­ción de la remu­ne­ra­cio­nes del Pro­ducto Bruto Interno bajó de 23.1% en el 2006 a 20.9% en el 2010.
2. 2. El ingreso per cápita –ese pen­de­jismo– aumentó en 24.4%, pero los sala­rios reales baja­ron 6%.
Félix Jimé­nez nos ha recor­dado que el 77% de la Pobla­ción Eco­nó­mi­ca­mente Activa está en ser­vi­cios y comer­cio con suel­dos pro­me­dia­les de 650 soles y muy escasa pro­duc­ti­vi­dad. Y nos ha sub­ra­yado que entre el 2006 y el 2010, mien­tras los Gar­cía y los Cor­nejo se lle­na­ban los bol­si­llos por segunda vez, salie­ron del país, como uti­li­da­des de las inver­sio­nes extran­je­ras 37,000 (tren­ti­siete mil) millo­nes de dóla­res. ¿Y cuánto entró de recur­sos exter­nos en ese mismo periodo? Pues diez mil millo­nes de dóla­res menos de lo que se fue.
Para ter­mi­nar de per­sua­dir­nos, Jimé­nez se vale de esta peda­gó­gica com­pa­ra­ción: en el 2010 se expa­tria­ron, como uti­li­da­des de capi­tal forá­neo, 8,900 (ocho mil nove­cien­tos) millo­nes de dóla­res es decir 25 mil millo­nes de soles, monto supe­rior a los ingre­sos anua­les de todos los pobres del Perú, los mis­mos que lle­gan a los 21 mil millo­nes de soles.
Gar­cía dice que cre­ce­mos. El pro­blema es cómo. Durante el régi­men que ter­mi­nará este julio las expor­ta­cio­nes reales han aumen­tado 3.8% al año. Las impor­ta­cio­nes, en cam­bio, han cre­cido a un ritmo anual de 16.6% ¿No era que somos una vir­tual poten­cia agroex­por­ta­dora? No. No es así.
Hace un tiempo, invi­tado por la uni­ver­si­dad cató­lica, vino el eco­no­mista esta­dou­ni­dense Dani Rodrick, pro­fe­sor aso­ciado de Har­vard a tra­vés de la escuela John Ken­nedy. Rodrick se encargó de recor­dar­nos que no hay cre­ci­miento veraz y sos­te­nido – es decir, desa­rro­llo– sino hay un pro­ceso sin pausa de incre­mento de la pro­duc­ti­vi­dad, cre­ci­miento de la demanda interna e industrialización.
Eso supone aque­llo que ate­rro­riza a los Nean­dert­hal del libe­ra­lismo que han mono­po­li­zado la agenda polí­tica peruana: con­cer­ta­ción entre el Estado y los pri­va­dos y, en algu­nos casos, sí, no se horro­ri­cen: pla­ni­fi­ca­ción. Como en Corea del Sur o Singapur.
Pero no es posi­ble con­cer­tar si el capi­tal nacio­nal es cada día menos sig­ni­fi­ca­tivo. En 1950 el capi­tal extran­jero en el Perú repre­sen­taba, como por­cen­taje en la gene­ra­ción del PBI, el 10 por ciento. En 1968, cuando los mili­ta­res nas­ce­ríais irrum­pie­ron en la escena, ya era el 22%. Des­pués de Fuji­mori, en el 2000, esa cifra llegó a 29%. Y en el 2007, con Gar­cía en la ple­ni­tud de su polí­tica, alcan­za­mos el 34.5% de capi­tal extran­jero res­pecto al PBI.
Por eso – y por muchas otras cosas– es que en todas las encues­tas rea­li­za­das sobre el tema de la situa­ción eco­nó­mica, más del 70 por ciento de los con­sul­ta­dos (73.9% en la más reciente) soli­cita que el modelo cam­bie. Eso es lo que calla la prensa con­ser­va­dora y su falange de voces adjuntas.
Hay un males­tar exten­dido en el Perú. Que la prensa lo silen­cie no sig­ni­fica que no exista. Ese desa­so­siego tiene que ver con las desigual­da­des, con la ceguera de la clase polí­tica, con las exclu­sio­nes, con la corrup­ción impune. Hay un gran ban­quete, pero hay millo­nes que lo miran, con rabia, detrás de una alambrada.
Si usted no quiere uno sino varios baguas, una pra­dera de hierba seca y una chispa en el Vrae, un des­con­tento que radi­ca­lice las pro­tes­tas y haga ingo­ber­na­ble el país, no lo dude: vote por PPK. Si usted quiere otro 5 de abril, vote por quien hará impo­si­ble vivir en demo­cra­cia. Y si usted es de quie­nes están pen­sando que nece­sita un PPK que incen­die la pra­dera para jus­ti­fi­car una nueva dic­ta­dura, pues lo feli­cito: va en el camino correcto.
Y si yo fuera Abi­mael Guz­mán me esta­ría fro­tando las manos.

lunes, 28 de marzo de 2011

Desesperación y guerra sucia

Por Javier Diez Canseco (*)
Desesperación y desconcierto. Impotencia, frustración, conciencia de fracaso. Estos sentimientos y una marcada irritación exudan los principales medios comprometidos en la prepotente y orquestada campaña dirigida a promover la candidatura de Kuczynski como el innovador, el “outsider” de 72 años que “sabe cómo” impulsar las transformaciones que el Perú necesita, aunque ya haya gobernado y sido ministro en cuatro ocasiones, con los resultados que vivimos.
Valiéndose de su fortísimo control mediático, los grupos de poder y sus plumas o locutores de alquiler nos mostraron a un Kuczynski multifacético, incursionando en todos los programas existentes de la TV: desde los políticos y los cómicos hasta los magazines de chismes. Buscaron transformar al atildado gerente general, al implacable financista y lobbista de grandes intereses: comprador de empresas públicas (Edelnor, aeropuerto Jorge Chávez, intento de comprar Hierro Perú para los chilenos) en las amañadas privatizaciones del fujimorismo, gestor de que no le cobren US$ 140 millones de dólares en impuestos a Barrick o promotor del cambio de las normas de explotación del gas de Camisea para que se entregue a Hunt Oil y permitirle exportarlo. Lo quisieron convertir en un gringo criollo y procaz, orgulloso de someterse a pruebas táctiles de testes y capaz de soltar “agudas” bromas sobre ellos. Pero terminó casi en un payaso e imitador de tercera.
Querían nacionalizar a PPK –PPKuy, PPKóndor– a pesar de sus ostentosos vínculos con la Embajada de EEUU y las mineras, de su nacionalidad norteamericana. Ahora nos enteramos que ni siquiera llenó los formularios para renunciar a ella, a pesar de haberlo ofrecido en diciembre pasado. Un PPKuy que el 2006 respondió críticas al TLC con EEUU señalando –en obvia expresión racista– que el problema era que a los andinos les faltaba oxigenación cerebral. Se desnudó su falta de transparencia al evidenciarse, por una somera investigación periodística, que es propietario de empresas no declaradas en el formulario entregado al JNE para postular a la Presidencia, y que, además, resulta socio estratégico de poderosos intereses chilenos como los del archimillonario Gerardo Sepúlveda. Ese es el verdadero PPK, el que promueve el recorte de derechos sociales como las vacaciones y la CTS para nuevos trabajadores o la privatización de Sedapal, que haría del agua un elemento manejado con fines de lucro y no un derecho fundamental para la vida que el Estado debe garantizar. La estrategia mediática ha comenzado a estancarse.
Pero lo más grave –para los continuistas de este modelo económico de crecimiento sin bienestar para las mayorías y corrupción generalizada– es el veloz aumento de Humala y Gana Perú, colocados por todas las encuestadoras (salvo Idice Alan) en el primer lugar de la intención de voto. Según CPI, pasa de 15.7% a 23.3% a nivel nacional en una semana. Mientras Toledo, Fujimori o Castañeda están a la baja o estancados. La voluntad de cambio reflejada en Gana Perú y Ollanta Humala crece.
Consecuentemente, los medios y sus candidatos retoman la estrategia del 2006 frente a Humala: promover el miedo, hacer correr rumores y mover los mercados cambiarios para generar inseguridad. Quieren ganar terreno con el terrorismo financiero como cuando Correo, El Comercio y otros medios, junto con “un alto funcionario del gobierno de Toledo” promovieron la devaluación monetaria del sol y quisieron impedir que el BCR intervenga para defender nuestra moneda. Tienen el plato servido.
Estos últimos 14 días serán de inclemente guerra sucia. Pero gran parte del país ya sabe a dónde van los que quieren imputarle a Humala una economía estatista, cuando plantea una economía social de mercado, con un Estado que regule y defienda al consumidor, al usuario y al trabajador, a la pequeña y micro empresa. Saben a dónde va la monserga del “chavismo” y de que quiere controlar los medios. Quieren sembrar el miedo al cambio, al derecho a ser felices, a gozar de un país con derechos y oportunidades para todos y solo para unos pocos. No lo lograrán.

domingo, 27 de marzo de 2011

Por:Dionicio Mantilla León

La presente campaña electoral está llegando a niveles muy bajos con lo cual se estigmatiza aún más la noble ocupación humana de la política que a lo largo de estas últimas décadas ha venido siendo enlodada por la lacra de la corrupción. Con bastante preocupación y con vergüenza ajena observamos hoy como los candidatos a la Presidencia de la República, que encabezan las preferencias ciudadanas, vienen tiñendo de negro la exposición de sus ideas y lo que es aún más lamentable en este penoso escenario también interviene el mismo primer mandatario de la nación.
Antes que un proceso alturado y responsable la presente campaña electoral ha devenido en un verdadero circo con la presentación de payasos, bailarinas, robots, muñecos, oradores extranjeros, competencias de cánticos y slogans, exhibición de atuendos-algunos hasta huachafos-, amuletos, carteles multicolores, chapuzones en el mar, tocar la flauta, difamar al adversario, balbucear y masticar durante los debates y como si fuera poco, con la exhibición de obcenidades, asumir poses grotescas y utilizar un lenguaje tan procaz que asemeja o supera al empleado en el mundo de la delincuencia. Todo esto supera incluso a lo exhibido en un circo, un ambiente de sano esparcimiento en el que no se llega a este tipo de bajezas aunque si se presentan los personajes antes citados.
Con ser el Presidente de la República el representante de la nación, este debe ser un paradigma de comportamiento y poseer una personalidad respetable y digna de admiración, aparte de las cualidades funcionales de rigor como son la capacidad, honestidad y responsabilidad pertinentes a fin de desarrollar su noble misión de dirigir los destinos del país a cabalidad. Este es el PERFIL DEL ESTADISTA que la patria requiere. ¿Los actuales candidatos a la Presidencia de la República poseen estas cualidades? A juzgar por el pésimo comportamiento que vienen exhibiendo la casi totalidad de postulantes al sillón presidencial, considero que no.

LA POSTULACION DE UN NORTEAMERICANO.-
Pese a que por lógica y, así disponerlo nuestra carta Magna, quienes postulan a la Presidencia de nuestro país deben tener la nacionalidad peruana uno de ellos, Pedro Pablo Kuczynski, con todo desparpajo se presenta con la nacionalidad norteamericana y el JNE hace “mutis” como si la ingrata experiencia de Fujimori hubiese sido olvidada. Según el diario La República (21/03/11) PPK juró ante un juez norteamericano: “Renuncio y abjuro al Estado peruano y portaré armas bajo la bandera de los EE.UU.”¿Qué garantía de ser un gobierno libre y soberano tendremos?
¿Qué ejemplo de personalidad puede constituir alguien que para ganar votos se deje tocar reiteradamente los genitales en público y diga “oh que rico” y que responda con groserías del más grueso calibre a las críticas del rival como lo hace Kuczynski? ¿Qué podemos decir de alguien que justifica la compra de una candidatura a la vice presidencia y que lanza arteros ataques difamatorios al adversario empleando un lenguaje procaz y de doble sentido como lo hace Castañeda? ¿Qué personalidad puede exhibir alguien que al expresarse ante el público y dirigirse a sus adversarios emplea un lenguaje vulgar y no acorde con un futuro estadista como lo hace Alejandro Toledo, y esto, aparte de la frívola vida que llevaba cuando fue Presidente? ¿Qué decir del primer mandatario de la nación afirmando que Toledo le tiene una “obsesión psico sexual”? ¿Qué podemos opinar de los candidatos que para captar votos tienen que convertirse en faranduleros y bailarines entre ellos Keiko Fujimori que baila y hace chistes junto a los cómicos televisivos?

NECESITAMOS UN CANDIDATO IDONEO.-
En verdad que la mayoría de candidatos a la presidencia con esta errada conducta, muy alejada de lo que debe ser el perfil de un auténtico estadista, no sólo vienen degradando la majestad de esta nueva jornada democrática sino la convierten en una afrenta al electorado. Nuestro futuro Presidente representará a los 30 millones de peruanos, por ende debe ser un modelo de comportamiento y poseer una personalidad que infunda respeto y no vergüenza. Que lo sintamos como un líder del cual nos sintamos orgullosos de llamarlo: SEÑOR PRESIDENTE.
Así las cosas, cuanta falta hace contar con líderes de la talla del gran huamachuquino, Dr. José Faustino Sánchez Carrión, auténtico modelo de un verdadero estadista y a quien el mismo Bolívar admiraba, afirmando: i EL SEÑOR SANCHEZ CARRION TIENE TALENTO,PROBIDAD Y UN PATRIOTISMO SIN LIMITES!

jueves, 24 de marzo de 2011

LA EVALUACION DOCENTE

Por: Dionicio Mantilla León
A los gritos de “No a la corrupción” y   ”Queremos dialogar”, el pasado jueves 17, aproximadamente  mil profesores reunidos en el Instituto Pedagógico “Indo América” protestaron contra el abuso en el que incurrió la GRELL al haberlos convocado para la adjudicación de plazas docentes por contrato,  sin haber publicado, previamente, la relación de plazas vacantes y el orden de méritos correspondiente. La justa medida de protesta tuvo su corolario con la interrupción del proceso por parte de los iracundos docentes y la presencia represiva de un grupo de efectivos policiales.
 De esta manera, una vez más, los profesores liberteños  fueron protagonistas de un hecho bochornoso teniendo como causal el proceso de evaluación docente. Evaluación y adjudicación de plazas muy cuestionados desde un inicio de su aplicación a lo largo de los 5 años de gobierno aprista, lo que da pie para interrogarnos: ¿Porqué pese al tiempo transcurrido el presente gobierno no ha podido articular ni siquiera un solo proceso evaluativo sin anomalías?
LA EVALUACION ES NECESARIA.-
Nadie duda de la justeza y la conveniencia de efectuar una evaluación a los docentes para otorgarles una plaza por contrato, nombramiento o para ascender de nivel. Esto es normal y coadyuva a lograr la mejora de la calidad educativa tan venida a menos en estos últimos tiempos en nuestro país. Empero, lo que no está bien es la manera como se la concibe y como se la implementa pues siempre ostenta deficiencias e incluso faltas de seguridad por la continuas filtraciones de las respuestas. Deficiencias que comienzan con la fijación de los objetivos de la evaluación y la elaboración de las pruebas que casi nunca han estado en manos de instituciones idóneas.
 Como se recuerda la elaboración de la primera prueba (enero 2007) se encargó, como operador logístico, al “Fondo de Desarrollo Agrario”, con un presupuesto de 28 millones de soles “entidad especializada en Ciencias Naturales y en crianza de camélidos de altura” razón por la cual el Dr. Luis Piscoya, profesor Principal de la Universidad Nacional de San Marcos, criticó acremente su labor sosteniendo que “en lo ético y cognocitivo, el encargo a esta entidad, es una ofensa a la inteligencia del magisterio nacional” solicitando la  investigación respectiva por parte del Congreso   y la Controlaría de la República.
 A ello se añade el rechazo del Ministro de Educación,  a la oferta hecha en el 2008 por la Universidad Mayor de “San Marcos” para elaborar las pruebas de evaluación y la sugerencia para que sean las universidades estatales ubicadas en todas las regiones del país las que elaboren las pruebas evaluativas magisteriales. El resultado a esta tozuda posición se ha visto reflejada a lo largo de todo este gobierno: Procesos evaluativos deficientes a lo que se agrega la negligencia de las instancias regionales en su aplicación, filtración de respuestas, anomalías en la adjudicación de plazas y, últimamente, con exabruptos como pedir un trabajo de investigación- tipo tesis- del lugar a donde se postula.(¿?)
LA VERDADERA EVALUACION.-
Sin lugar a dudas que la concepción que tiene el presente régimen de un proceso de evaluación docente es por demás errónea. Resulta una bofetada a la inteligencia concebir que mejor maestro es aquel que obtiene un buen calificativo en una prueba de conocimientos, más aún si esta ostenta las anomalías  señaladas. UN BUEN MAESTRO O MAESTRA ES AQUEL QUE EXHIBE SU CALIDAD PROFESIONAL EN EL AULA EMPLEANDO LA METODOLOGIA Y EL TRATAMIENTO PEDAGOGICO Y SICOLOGICO MAS ADECUADO A SUS ALUMNOS, es aquel que demuestra su eficiencia docente en los logros y avances del aprendizaje de sus estudiantes, aquel que consigue cambios ostensibles en la personalidad de los educandos, convirtiéndolos en seres críticos, creadores, humanos y  conscientes de su deber de coadyuvar a la transformación de su individualidad, su realidad comunal y nacional.
 Empero, para descubrir este tipo de docente debe operarse un giro de 360 grados en la concepción del proceso de evaluación magisterial que viene implementando este gobierno algo que ya no lo podrá hacer porque está de salida. Eso si, este gobierno nos dejará el ingrato recuerdo del  irrespeto a la dignidad docente con las continuas vejaciones verbales por parte del Presidente de la República, así como también con este tipo de evaluaciones y la afrenta que significó al haber considerado al maestro, como el causante de todos los males del que adolece la educación peruana, algo que la totalidad de peruanos no cree y rechaza rotundamente. 

miércoles, 23 de marzo de 2011

EL DÍA QUE PPK TRAICIONÓ AL PERÚ

Por: Efraín Rúa
Logró extraer 17 millones de dólares para la International Petroleum Company contra los intereses del país durante el gobierno de Velasco y luego huyó del país por la frontera con el Ecuador.
 
El 9 de octubre de 1968 el Ejército tomó las instalaciones de la Brea y Pariñas en manos de la International Petroleum Company (IPC), empresa de propiedad del magnate Nelson Rockefeller, que había explotado los yacimientos de forma fraudulenta, evadiendo millones de soles al fisco.
 
Ese día el gobierno del general Juan Velasco Alvarado nacionalizó la IPC, terminando con una ominosa historia plagada de episodios como la pérdida de la página 11, denunciada por el presidente de la Empresa Petrolera Fiscal, Carlos Loret de Mola, quien acusó al gobierno de Fernando Belaunde de coludirse con la empresa norteamericana para firmar un nuevo contrato lesivo, que bajo el pretexto de la “nacionalización”, establecía el pago de precios irrisorios por el petróleo peruano. Un caso similar al que ocurre hoy con el gas.
 
Pero el nuevo contrato no decía nada de la refinería de Talara ni del complejo industrial, que quedaban en manos de la empresa de Rockefeller. Tampoco decía nada de los impuestos que adeudaba la empresa desde el año 1924. Todo ello había precipitado el golpe del 3 de octubre de 1968.
 
A escasos seis días del desalojo de Belaunde del poder, el general Velasco Alvarado anunció la toma de Talara, con lo que provocó la reacción inmediata de funcionarios vinculados a la transnacional. Entre ellos se contaban Carlos Rodríguez Pastor, gerente general del Banco Central de Reserva, y Pedro Pablo Kuczynski, uno de los gerentes de la entidad bancaria.
 
PPK había sido colocado en el BCR gracias al padrinazgo de instituciones extranjeras como el Fondo Monetario Internacional y el Banco mundial, controlados por Estados Unidos, los que presionaron al gobierno de Belaunde para obtener su nombramiento como gerente del instituto emisor. Para entonces, la IPC digitaba los fondos del Estado, mientras el fantasma de la inflación se cernía sobre los bolsillos de los peruanos.
 
Tras la nacionalización, venía la disputa por la devolución de los impuestos que la empresa se había negado a pagar por la explotación de 1,263 pozos petroleros desde el año 1924, cuando los campos de Talara fueron entregados por Augusto B. Leguía, tras haber asumido la IPC los derechos de concesión de la London Pacific Petroleum.
 
Desde su instalación, la IPC se negó a pagar el canon de la producción y otros impuestos establecidos por la Ley 4452, del 2 de enero de 1922, aduciendo que el denominado Laudo Arbitral de París, de 1922, la exoneraba de esos pagos. Velasco valorizó el adeudo de esos tributos en 700 millones de dólares de la época.
 
Pero en medio de la turbulencia generada por el proceso revolucionario y gracias a sus testaferros, la IPC logró que el BCR le devuelva impuestos cobrados supuestamente en forma indebida, por 17 millones de dólares de la época, que hoy ascenderían a unos 105 millones de dólares, suma que fue derivada a su filial de Nueva York, gracias a la intervención directa de Rodríguez Pastor y el famoso PPK, quienes autorizaron la transferencia.
 
Tras conocerse los hechos, Kuczynski, Rodríguez Pastor y otros cómplices fueron denunciados por sus actos en favor de la IPC y en contra de los intereses del Perú. Para evadir a la justicia, PPK huyó del país a través de la frontera con Ecuador, escondido en la maletera de un auto adecuadamente acondicionado para el efecto.
 
El informe de la Comisión Carbonell (presidida por el almirante Alfonso Carbonell) estableció la responsabilidad penal de ambos funcionarios. El pago le costó el puesto al ministro de Economía, el general EP Juan Valdivia.
 
Ya en los Estados Unidos, Kuczynski fue premiado con un puesto como jefe de Planificación y Política en el Banco mundial. Pero su decisión sirvió para que los enemigos del gobierno acusaran al general Velasco de haberle pagado a la transnacional, iniciando una serie de campañas con el objeto de derrocarlo.
 
Entretanto, PPK fungía de presidente del First Boston International y de director del First Boston Corporation. Y su suegro, William Casey, el jefe de la CIA, armaba una serie de complots contra el gobierno de Velasco, acciones que concluirían con el golpe de Francisco Morales Bermúdez, en 1975, tras una serie de atentados contra los personajes más destacados del régimen velasquista. 

En Estados Unidos, PPK adoptó años más tarde la ciudadanía norteamericana, renunciando de ese modo a su nacionalidad peruana para ser director de un banco de ese país. No le importó que la Constitución de 1979, vigente entonces, estableciera claramente que la obtención de la doble nacionalidad, con excepción de la de España, concluía con la pérdida de la peruana. PPK ya se sentía un norteamericano.  

domingo, 20 de marzo de 2011

Damas de segunda

Autor: Patricia del Río
N o creo que el voto femenino se decida por razones muy distintas a las del masculino. Eso de que Alan García ganó en el 85 porque se supone que era guapo, no me lo creo. Si las mujeres votáramos siempre por el más lindo, Fujimori jamás le hubiera ganado al plantado Vargas Llosa de los noventa y por Carlos Raffo solo votarían su mujer y sus hermanas. Así que dejemos de lado ese tonto prejuicio. Lo que sí creo que influye en nuestro voto es el concepto que tienen los candidatos de nosotras. Si aquel que busca ser presidente resulta machista, o maltratador, pues la verdad que a una se le quitan las ganas de votar por el troglodita en cuestión.

Y los asesores de campaña lo saben. Por eso, por el Día de la Mujer, Luis Castañeda tuvo el gesto de enviarnos flores a todas las periodistas (gracias, lindo el ramo, pero seguiremos preguntando). Y por eso también en el debate del domingo sus asesores decidieron ponerle una rubia al lado para que lo engalane. La estrategia era mostrarlo más como un caballero enamoradizo y alejarlo del perfil de técnico torpe para el trato humano. Y el truco electorero estuvo a punto de funcionar: la señora reía, él lucía feliz, la foto estaba quedando regia hasta que le pusieron los micros al frente y zas la embarró. Cuando le preguntaron sobre la talentosa María Sol Corral, la definió como un amuleto. Y cuando intentó explicar el tipo de relación que supuestamente los unía, el ex alcalde la presentó como si la rubia fuera su trampa. Todo mal.

Lo de Castañeda, sin embargo, no pasaría de ser una anécdota sobre su pésima estrategia de campaña, si no reflejara una constante en la política peruana: el insólito rol que desempeñan las mujeres de los candidatos y el más ridículo aún que les toca protagonizar cuando se convierten en primeras damas (qué huachafo título, por Dios). Como si el mundo no hubiera evolucionado nada, las esposas de nuestros políticos van de adornos, repartiendo besos, cargando niños y limpiando mocos. Y a todos nos parece bien. No nos importa si son profesionales, o muy capaces en sus vidas privadas, públicamente esperamos que sean decorativas. Por eso Eliane Karp cayó tan mal. Al margen de su nada carismática personalidad, cometió el pecado de exigir un papel protagónico en el gobierno y a todo el mundo le pareció pésimo. No voy a negar que hizo méritos para ser la mujer más chinche del Perú, pero siempre he pensado que la Karp, otrora tan activa e independiente, casi enloqueció de tanto sonreír para la foto con el sastre novoandino recién diseñado para la ocasión.

A las otras primeras damas tampoco les fue mejor. A Susana Higuchi siempre la recordaremos enrejada en Palacio de Gobierno, denunciando la corrupción con ropa donada que se cocinaba en sus narices. De nada le sirvió el hecho de que ella parara la olla de su casa durante años. Al tacho sus títulos y pergaminos. Su nuevo puesto era el de un florero más del salón dorado, y como no le dio la gana de ejercer tan triste papel –que Keiko sí heredó con gran entusiasmo– la encerraron como una loca, la enrejaron y lo que sigue es una historia oscura y tortuosa que el fujimorismo nunca ha podido aclarar.

¿Y Pilar Nores? La más chancona. Ha ejercido el modelo ideal de Primera Dama en los dos gobiernos de su marido: silenciosa, respetuosa, invisible. Tan invisible que hace más de un año no está al lado de Alan y nadie se ha dado cuenta. Lo más triste de su historia, sin embargo, es que a pesar de que sí ha hecho un trabajo eficaz por los más pobres, a nadie le importa. Su imagen de esposa abnegada de mujeradornodemandatario, que un día se paró al lado de su marido, con la mirada clavada en el suelo, mientras este le confesaba a todo el Perú que le había puesto los cachos, es lo que perdurará en la memoria de todos los peruanos.

La verdad si me preguntan qué papel deberían desempeñar las mujeres de los candidatos y de los presidentes no tengo una respuesta definida. Lo que sí me queda clarísimo es que estas pobres señoras reciben el título de Primera Dama pero están obligadas a desempeñar un papel de segunda categoría.

domingo, 13 de marzo de 2011

EL VETO

Por. JAVIER GARVICH
Como ya deben saber, el hecho que Mario Vargas Llosa inaugure con un discurso la Feria del Libro de Buenos Aires ha contado ya con numerosos rechazos. El primero en protestar fue nada menos que el director de la Biblioteca Nacional argentina, Horacio González, quien pese a ser reprendido por la presidenta Cristina Fernández de Krchner (a quien no le conviene nada esta polémica), se ha manteido en sus trece y no se retracta de sus opiniones respecto al novelista.

Inmediatamente han salido opiniones en pro y en contra, amén de otras "neutrales" buscando un insondable punto medio (aquí pueden ver un resumen de éstas). Algo a resaltar es que nadie cuestiona la valía de MVLl como novelista y más bien van a su discurso ideológico y su agresivo proselitismo neoliberal que incluye la descalificación absoluta de figuras y regímenes , donde ni siquiera los Kirchner se libraron de sus dardos.

Quizá, más que el rollo neoliberal, lo que irrita más a quienes discrepan (discrepamos) con el discurso ideológico de Don Mario sea su actitud arrogante, rayana incluso en el autoritarismo, incapaz de reconocer excesos o equivocaciones, incapaz incluso de debatir (MVLl quiso un "debate" mediático en Caracas con el presidente de Venezuela, pero no con intelectuales defensores del régimen) o conversar proactivamente con pares que opinan distinto. Su estilo de agit-prop airado (ver foto de arriba) y de predicador del neoliberalismo, de las virtudes morales de Occidente y de una modernidad donde el libre mercado y la democracia representativa iluminen a sociedades atrasadas y arcaicas; termina por desalentar a cualquier mortal que busque hilar algún tipo de diálogo con MVLL. Ese pésimo talante le ha generado anticuerpos durante toda su vida (que él ha llevado con bastante gusto) y el hecho que, quienes no pensamos como él, contemplemos sus ensayos y conferencias con el desdén del déja vu, de volver a leer alocuciones cuya arenga final adivinabas de antemano (ese deporte lo practicaba cuando leía sus editoriales en El País durante los años noventa y casi nunca fallé).

Vargas Llosa ya no dialoga, dicta. Y sus apariciones públicas (más aún, ahora que empuña el estandarte del premio Nobel) son reiteradas apologías del Sistema. Por eso muchos intelectuales argentinos ven su presencia inaugural en la Feria como una ofensa a ellos mismos y los valores que defienden. Máxime si ese evento siempre ha sido inaugurado por algún escritor argentino y el hecho que el primer extranjero invitado a hacerlo sea éste, pues les ha sentado como una patada al hígado.

Sí, la libertad de expresión. Hay que recordar que la Feria del Libro de Buenos Aires no es un evento estatal sino privado (lo organizan una serie de organizaciones civiles) por lo que el gerente tiene todo el derecho del mundo de nombrar para el discurso de apertura a quien crea oportuno. En ese sentido no creo que la algarada de intelectuales porteños impida que Don Mario inaugure la Feria en Abril. Pero es importante destacar la repulsa de muchos escritores e intelectuales, repulsa que -estoy seguro- se repetirán en otros foros y espacios. Tenga uno su derecho a inaugurar el evento con su discurso y tengan los otros su derecho en criticar el acto.

Bueno, eso en Buenos Aires, donde la discusión parece darse en términos civilizados ¿Qué sucederá en nuestros pagos? Acá, seguramente, los discrepantes tendremos un linchamiento mediático a conciencia y una exclusión automática de varios foros. Por no hablar de intelectuales y escritores que -ya se ha vuelto costumbre- repten silenciosamente, se acomoden y hagan ejercicio de amnesia. Y acá no ha pasado nada.

¿Qué posibilidades de diálogo tenemos en el Perú? Muy poco. En la anterior coyuntura electoral, el miedo a Humala desempolvó malas conciencias en los poderes fácticos y mucho se habló -solamente se habló- de combatir la exclusión social. En el aburrido panorama electoral de hogaño, no hay debate porque a nadie parece interesarle debatir ideas. O a nadie parece interesarle la existencia de ideas. Cuando venga MVLL y nos recite las bondades del neoliberalismo y fustigue a colectivistas y anacrónicos; veremos el país dividido en un batallón de convencidos, áulicos y sobones por un lado, y los diversos colectivos discrepantes, más arrinconados, por el otro. Y al que menos le importe esa situación, posiblemente, sea a Vargas Llosa.

sábado, 5 de marzo de 2011

“CUAL BANDADA DE PALOMAS…”

Por: Dionicio Mantilla León
Cual bandada de palomas que regresan al vergel, ya volvemos a la escuela anhelantes del saber…”Al son de esta clásica canción escolar millones de alumnos y alumnas el primero de marzo regresaron a las aulas en todo el territorio nacional. Imbuidos de alegría e ilusión los niños y jóvenes de nuestra Patria llegaron a los templos del saber a nutrirse de la sabiduría, habilidades y destrezas que sus maestros y maestras les habrán de prodigar a lo largo de 10 meses de labor educativa en este nuevo año colmado de esperanzas.
Comienza el año escolar y con ello las preocupaciones de los padres de familia para agenciarse del dinero suficiente para la adquisición del uniforme y los útiles escolares de sus hijos. Comienza el año escolar y muchos padres de familia se quedan con la amargura de no poder matricular a sus hijos por no haber tenido para pagar los derechos de APAFA que para el primer grado de Secundaria muchas veces llega a los 150 soles, y esto, pese a la tan decantada gratuidad de la enseñanza. Comienza un nuevo año escolar y se da inicio, también, al suplicio de los más de 120,000 maestros desocupados por aprobar una evaluación organizada por el Ministerio de Educación para lograr una plaza docente para nombramiento o para contrato, aunque este año increiblemente ha sido al revés. Y decimos suplicio por cuanto dichas benditas evaluaciones son temerariamente engorrosas y carentes de garantía y seguridad porque siempre se filtran las respuestas.
Se da inicio a un nuevo año escolar y con ello a los afanes de los directores de instituciones educativas de poner operativos los locales, mobiliario e implementación pedagógica. Así también, la angustia de no contar con la seguridad de gozar, durante el año, con los elementales servicios de agua potable, fluído eléctrico y las facilidades pedagógicas pertinentes debido al permanente incumplimiento del respectivo pago por parte del Estado. El presente año se da comienzo con la particularidad de ser un año electoral y por ende signado por numerosas ofertas para el sector educación: realistas unas  y demagógicas otras. Nunca como en esta ocasión nuestros políticos  reconocen la valía de la educación, pero ninguno se atreve a plantear propuestas realmente sustantivas y que signifiquen un cambio radical del actual sistema educativo peruano. Todas, no pasan de ser propuestas tangenciales y puntuales.
Pese a ello, en la mesa de la responsabilidad estatal - del que se desea desligar con la municipalización - figuran para su ejecución trascendentes trabajos realizados por prestigiosas instituciones de investigación y análisis educativo como el Concejo Nacional de la Educación, el Foro Educativo y el Acuerdo Nacional de Educación, una serie de propuestas que deben ser ejecutadas, pero que lamentablemente permanecen aún no son tomadas en cuenta por los diversos gobiernos de turno.
La educación, para adquirir sus fines trascendentes debe estar orientada a crear un sistema que exalte fundamentalmente la formación integral  y dignidad del ser humano a través de la internalización y práctica de los valores morales; que se oriente hacia el trabajo, considerado como medio de lograr la plena realización del hombre. Asimismo, que inculque y enriquezca los sentimientos democráticos, patrióticos y el interés nacional; que promueva la investigación científica, tecnológica y fomente la producción y desarrollo nacional en un clima de paz y justicia social. Una educación que forme seres de horizonte amplio que no se queden constreñidos en el reducido margen del individualismo egoísta, sino mire solidariamente hacia la cobertura del interés familiar, comunal, nacional y mundial.
Urge crear políticas educativas que jamás cometan el craso error de convertir al educando en el “convidado de piedra”, sin voz ni voto, sino más bien que lo ubiquen en el sitial preferencial que le corresponde como sujeto esencial de la educación. Cuando esto ocurra nuevamente veremos brillar los caminos de nuestros pueblos con la presencia inocente y esperanzadora de nuestros niños y niñas que como tiernas avecillas y mirando al sol de la ilusión entonen a viva voz:”Cual bandada de palomas que regresan al vergel, ya volvemos a la escuela anhelantes del saber…”