domingo, 27 de marzo de 2011

Por:Dionicio Mantilla León

La presente campaña electoral está llegando a niveles muy bajos con lo cual se estigmatiza aún más la noble ocupación humana de la política que a lo largo de estas últimas décadas ha venido siendo enlodada por la lacra de la corrupción. Con bastante preocupación y con vergüenza ajena observamos hoy como los candidatos a la Presidencia de la República, que encabezan las preferencias ciudadanas, vienen tiñendo de negro la exposición de sus ideas y lo que es aún más lamentable en este penoso escenario también interviene el mismo primer mandatario de la nación.
Antes que un proceso alturado y responsable la presente campaña electoral ha devenido en un verdadero circo con la presentación de payasos, bailarinas, robots, muñecos, oradores extranjeros, competencias de cánticos y slogans, exhibición de atuendos-algunos hasta huachafos-, amuletos, carteles multicolores, chapuzones en el mar, tocar la flauta, difamar al adversario, balbucear y masticar durante los debates y como si fuera poco, con la exhibición de obcenidades, asumir poses grotescas y utilizar un lenguaje tan procaz que asemeja o supera al empleado en el mundo de la delincuencia. Todo esto supera incluso a lo exhibido en un circo, un ambiente de sano esparcimiento en el que no se llega a este tipo de bajezas aunque si se presentan los personajes antes citados.
Con ser el Presidente de la República el representante de la nación, este debe ser un paradigma de comportamiento y poseer una personalidad respetable y digna de admiración, aparte de las cualidades funcionales de rigor como son la capacidad, honestidad y responsabilidad pertinentes a fin de desarrollar su noble misión de dirigir los destinos del país a cabalidad. Este es el PERFIL DEL ESTADISTA que la patria requiere. ¿Los actuales candidatos a la Presidencia de la República poseen estas cualidades? A juzgar por el pésimo comportamiento que vienen exhibiendo la casi totalidad de postulantes al sillón presidencial, considero que no.

LA POSTULACION DE UN NORTEAMERICANO.-
Pese a que por lógica y, así disponerlo nuestra carta Magna, quienes postulan a la Presidencia de nuestro país deben tener la nacionalidad peruana uno de ellos, Pedro Pablo Kuczynski, con todo desparpajo se presenta con la nacionalidad norteamericana y el JNE hace “mutis” como si la ingrata experiencia de Fujimori hubiese sido olvidada. Según el diario La República (21/03/11) PPK juró ante un juez norteamericano: “Renuncio y abjuro al Estado peruano y portaré armas bajo la bandera de los EE.UU.”¿Qué garantía de ser un gobierno libre y soberano tendremos?
¿Qué ejemplo de personalidad puede constituir alguien que para ganar votos se deje tocar reiteradamente los genitales en público y diga “oh que rico” y que responda con groserías del más grueso calibre a las críticas del rival como lo hace Kuczynski? ¿Qué podemos decir de alguien que justifica la compra de una candidatura a la vice presidencia y que lanza arteros ataques difamatorios al adversario empleando un lenguaje procaz y de doble sentido como lo hace Castañeda? ¿Qué personalidad puede exhibir alguien que al expresarse ante el público y dirigirse a sus adversarios emplea un lenguaje vulgar y no acorde con un futuro estadista como lo hace Alejandro Toledo, y esto, aparte de la frívola vida que llevaba cuando fue Presidente? ¿Qué decir del primer mandatario de la nación afirmando que Toledo le tiene una “obsesión psico sexual”? ¿Qué podemos opinar de los candidatos que para captar votos tienen que convertirse en faranduleros y bailarines entre ellos Keiko Fujimori que baila y hace chistes junto a los cómicos televisivos?

NECESITAMOS UN CANDIDATO IDONEO.-
En verdad que la mayoría de candidatos a la presidencia con esta errada conducta, muy alejada de lo que debe ser el perfil de un auténtico estadista, no sólo vienen degradando la majestad de esta nueva jornada democrática sino la convierten en una afrenta al electorado. Nuestro futuro Presidente representará a los 30 millones de peruanos, por ende debe ser un modelo de comportamiento y poseer una personalidad que infunda respeto y no vergüenza. Que lo sintamos como un líder del cual nos sintamos orgullosos de llamarlo: SEÑOR PRESIDENTE.
Así las cosas, cuanta falta hace contar con líderes de la talla del gran huamachuquino, Dr. José Faustino Sánchez Carrión, auténtico modelo de un verdadero estadista y a quien el mismo Bolívar admiraba, afirmando: i EL SEÑOR SANCHEZ CARRION TIENE TALENTO,PROBIDAD Y UN PATRIOTISMO SIN LIMITES!

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